Queridos amigos
Ante todo, queremos agradecer infinitamente la ayuda que nos vienen brindando durante todo este tiempo. Nosotros estamos un tanto preocupados, tratando de no restar voluntades en esta tarea que nos agrupa hace años, tarea que no es más que dar de comer a los más de trescientos, entre chicos y abuelos que están viniendo actualmente al Comedor (en total se preparan 362 platos); tarea sin la cual no tendrían, quizás, esta posibilidad de recibir un plato calentito, por lo menos al mediodía, sin olvidar que los chicos también vienen por la merienda, un chocolate, cuando hay y se puede, o mate cocido, un pan con mermelada, galletitas, a veces el pan casero que hacen nuestras dedicadas cocineras. Nos dirigimos a ustedes porque son parte de esta tarea, son parte de nuestro equipo, y contamos con ustedes cada mes para poder seguir sosteniendo lo que hacemos, y no tener que cerrarle la puerta a un chico porque no alcanzó. Hoy en día, muchos de quienes nos ayudan son jubilados, ayudan con lo que pueden, a veces con cinco pesitos, que no despreciamos, por el contrario lo vamos a buscar con todo el amor con que está siendo dado; lamentablemente, a lo largo de estos años, a muchos de estos viejitos los hemos visto envejecer, enfermarse, a veces pasan meses sin saber de ellos, hasta que por fin, alguien atiende el teléfono y nos cuenta que falleció.
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Les contamos esto para que sepan lo importante que es para nosotros su ayuda, y como nos cuesta llegar cuando somos los que somos; imagínense, entonces, cuanto más nos cuesta cuando somos menos de los que somos. Acá la lucha es diaria, todo subió un montón, pero no aumentaron las colaboraciones, por el contrario, y debemos hacer lo mismo (o más, porque la población del comedor sí, ha crecido) con la mitad que antes; nosotros no bajamos los brazos, ni dejamos de estar todo el tiempo buscando soluciones, enviando mails y cartas a empresas, tratando de conseguir algún subsidio... pero no es fácil. En invierno los gastos se multiplican, es muy costoso mantener calentito el comedor, por el costo de las garrafas, por las chapas, el frío que se cuela por todos lados, los chicos en ojotas... Estos cinco pesos que algunos donan, no son lo mismo que hace dos, tres, cuatro años; la canasta familiar ha aumentado en estos años casi a un 10% anual; hay gente que viene donando lo mismo año tras año, y si bien sabemos que les subieron también las cuotas del colegio, las expensas, los alquileres, las compras en el super, la nafta, etc, etc, y que muchos de quienes nos ayudan colaboran con otros comedores, algunos con dos, tres o cuatro lugares más, queremos saber, en la medida de las posibilidades de cada uno, si se puede sumar $1 más; este peso, puede que no modifique demasiado su presupuesto, pero sumando todas las colaboraciones, sería para nosotros una diferencia que nos significaría por lo menos no tener que rebajar la calidad de la comida; con un granito de arena más podemos construir una montaña. Sinceramente agradecidos de la ayuda que nos vienen brindando, los invitamos a acercarse cuando gusten, nuestras puertas están abiertas.
Necesitamos seguir contando con ustedes, no nos abandonen; un gran abrazo de todos nosotros.
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